viernes, 28 de diciembre de 2012

UN TRAGO AMARGO

     Era una época muy feliz en mi vida, mi madre estaba más tranquila porque seguía convaleciente,yo estaba trabajando y estudiando lo que me gustaba, Paco y yo eramos felices, fueron un par de años casi  buenos, pero la vida me reservaba un trago amargo, muy amargo.

Estaba en primero de carrera, casi había terminado los exámenes finales, pero llego el Rocío, un año más me fui a la romería a pasar sólo  el fin de semana, pues me quedaban dos o tres  exámenes por realizar; no podía hacer el camino,pero algo no iba bien, yo estaba muy mareada, sin ganas de nada, no me explicaba que es lo que me estaba pasando, comencé a sangrar, mi menstruación acababa de terminar, con lo que el sangrado acompañado por los mareos me asustó bastante, decidí volverme con Paco para ir al médico, recuerdo que me daba vergüenza ir con el, así que le pedí a una amiga que me acompañara a al doctor, nunca olvidaré las palabras que me dedico ese hombre, pues un poco más y no lo cuento. Le explique al médico todos los síntomas, sus palabras fueron "Eso será una enfermedad de contagio sexual, ya que las niñas de hoy en día se acuestan con cualquiera" yo con lágrimas en los ojos le respondí "no se con quien se acostará su hija, pero yo sólo me acuesto con mi novio de toda la vida". Me fui a casa harta de llorar, pero seguí estudiando e hice los exámenes que me faltaban, sólo me quedaba el examen oral de inglés, pero ya no pude aguantar, había pasado más de una semana desde que comencé a sangrar, con los mareos, pero a todo esto se sumo un dolor muy fuerte en el lado derecho, así que al terminar un examen me fui al hospital de Jerez, tal como entre me hicieron pruebas de embarazo, que salía negativas, pero estaba embarazada, no fue un embarazo buscado, pero en cuanto lo supe fui la mujer más feliz de este mundo, aunque no duro ni unas horas mi alegría, pues era un embarazo ectópico, el feto se había quedado atrapado en la trompa derecha, el sangrado era porque me estaba reventando por dentro, literal mente, tuvieron que ingresarme, estaban preparando todo para operarme, con tan mala suerte que al día siguiente se casaba la hermana de Paco y el era el padrino, se me junto todo, como podía tener tan mala suerte, intente pedir permiso de fin de semana,pues hasta el lunes no me operaban, pero el médico se negó, me dijo que corría peligro, fue un trance muy duro en mi vida, pero también me di cuenta de lo que mi Paco me quería. El sábado después de casar a su hermana se presento en el hospital, vestido de padrino con un enorme ramo de flores a verme, todos los enfermos salían de las habitaciones para ver que ocurría, no pude llorar más ese día. El lunes me operaron, pase algunos días más en el hospital, fui a hacer el examen oral de ingles con los puntos todavía.

El doctor que me trato mal tuvo su denuncia, quedo saldado con una carta de disculpas, pero lo que yo viví no me lo quita de mi cuerpo ninguna.

el embarazo ectópico marcó un antes y un después en mi vida, me costó mucho trabajo superarlo, pase muchas noches sin dormir, cuando lo conseguía soñaba con un bebe llorando, creo que hoy en dí no lo he superado y no la haré hasta que dios me bendiga con un embarazo sano, que sea bendecida con un bebe mio y de mi amor, de mi Paco, es lo único que pido al 
Señor , salud y ser madre, hojalá me lo otorgue pronto.
Un año entero viví en relativa tranquilidad en casa de mi abuela, junto a mi tía, todo era un remanso de paz a excepción de mi conciencia, pues no estaba tranquila de saber que tenía a mis hermanos solos con mi madre. durante ese año ella vivió una etapa más tranquila, restringiendo las salidas, pues ya no tenía niñera. La vida quiso que tuviese que unirme de nuevo a ella casi a la fuerza. Yo estaba cursando tercero de bachillerato cuando un problema grave de salud  hizo que me  ingresaran  un par de meses en el hospital de Jerez de la Frontera. Estaba en el internado cuando me dio el dolor y me tuvieron que llevar al hospital, así que la madre superiora llamó a mi madre para que me acompañase. Yo no quería que estuviese conmigo, casi no la había visto durante ese año, pero era la única que se podía quedar conmigo en esos momentos y la cosa era bastante grave como para quedarme sola, casi ni le hablaba, ella me decía que yo estaba cambiada con ella, que sabía que no le había perdonado lo que me hizo, yo callaba. Mi madre me dijo que había dejado a ese hombre(el que estaba metido en tráfico de drogas), al principio no la creí, pero en los malos momentos una se agarra a un clavo ardiendo, así que poco a poco se fue ganando mi confianza de nuevo y la perdono, que idiota fui de nuevo.

   Mi problema de salud se solucionó, volvimos a casa, volvieron los problemas, aunque durante esos años estuvo más calmada. Pasó ese año, entre movidas, idas y venidas; como siempre, pero fue el siguiente año cuando yo estaba cursando C.O.U. cuando la vida nos dio otro duro golpe.

Mi madre no llevaba una vida sana, no comía bien, fumaba tres y cuatro paquetes de cigarrillos diarios y tomaba café sólo desde por la mañana hasta altas horas de la madrugada, después tomaba pastillas para dormir, así que no trataba muy bien a su cuerpo.Pasamos todo ese año yendo y viniendo al hospital, porque ella tenía fuertes mareos y dolores de cabeza, pero los médicos decían que era un problema de nervios, de las cervicales....  Era un viernes a media tarde cuando yo llegaba del internado y ella estaba en la cocina metiendo la cosas en el lavavajillas, de repente mi madre se cayó desmayada al suelo, no reaccionaba, la llevamos a la cama, no le dimos más importancia,pero conforme iba pasando la tarde se le iba poniendo la boca al lado, se le iba quedando dormida la parte derecha del cuerpo, así que llamamos a la ambulancia. en el hospital, tras muchas pruebas, nos dijeron que le había dado un infarto cerebral, la dejaron ingresada durante más de un mes y medio, pasando yo todas las noches allí con ellas, a excepción de algunos sábados que se quedaba mi hermano Juan con ellas. durante su ingreso conocimos al que supuesta mente era su pareja por esas fechas, un instrumento de cuidado, que me daría algún que otro dolor de cabeza, pues no tenía hábitos muy saludables y llegaba formando escándalos primero al hospital y después en mi casa. Pero lo que más me perjudicó a mi fue que me  perdí los exámenes del tercer trimestre, teniendo que presentarme a exámenes globales, como si los hubiese suspendido, pasé muchas noches sin dormir, casi pierdo el curso, gracias a dios puede sacarlo adelante, sirviéndome el estudio global de todas las materias, para sacar unas buenas notas en Selectividad.    


Ella poco a poco se fue recuperando, no le quedaron secuelas, excepto en el cerebro, creo, porque a partir de ahí fue a peor, cada vez peor, cada locura más grande. La mala vida le pasó factura, pero mis hermanos y yo pagamos las consecuencias.



      Ese año no fue todo malo, yo aprobé selectividad, entre en la universidad de Turismo de Cadiz , en Jerez de la frontera y empecé a trabajar en una agencia de viajes justo la semana después de hacer Selectividad. Estuve trabajando y estudiando práctica mente toda la carrera, en primero en la agencia y a mediados de segundo en un hotel, fue una de las mejores épocas de mi vida.




jueves, 29 de noviembre de 2012

LA VIDA SIN PAPA

La vida tras la marcha de mi padre dio un giro de ciento ochenta grados, ella se vio libre no tenía que dar explicaciones a nadie, salía y entraba cuando le daba la gana, estaba a la deriva, pero no sólo ella; toda la familia estaba perdida. Mi padre se fue a vivir a Sevilla con Marisol, yo me fui a Jerez; ambos fuimos cobardes, dejamos a mis hermanos a manos de mi madre; hecho que aún no me he perdonado y pienso que mis hermanos tampoco lo han hecho,  que les decepcioné al marcharme; los dejé a espensas de una mujer totalmente ida. Mis niños se quedaron totalmente abandonados, pues por mucho yo quería poner orden los fines de semana no me llegaban los días, no me daba tiempo de organizar, limpiar, lavar la ropa ...que era la hora de irme. Durante esos años ella aún nos tenía la cabeza comida, todos culpábamos a mi padre por haberse echado una querida; el era el malo de la película y ella la martir la pobre mujer engañada, despechada de la vida; que engañados nos tenía.
  
  En la casa los problemas aumentaban día a día, la falta de disciplina, limpieza organización, la falta económica, algo que era increíble viendo el nivel de vida que mi padre tenía. el dinero en casa no se veía, no nos comparaba ropa. no nos llevaba ni al dentista, hasta el punto de cortarnos el suministro de agua o de luz.  Cada vez que algo ocurría en la casa mi madre llamaba llorando desconsolada al internado, me sacaba de clases pidiendo hablar conmigo por un problema grave, llegó a sacarme hasta de éxamenes, hasta que las monjas de dieron cuenta de  lo que había; a partir de ahí le decían que no podían comunicarla conmigo, luego en los descansos la Madre superiora me llamaba y me decía ha vuelto a llamar tu madre, pero no he considerado oportuno sacarte de clases, lo único que quiere es que le soluciones las cosas cotidianas de la casa y consideramos que es lo bastante adulta para arreglarlos ella, que aprenda a vivir sin ti Rocío. La Madre Mª Altamira se convirtió en una madre para mi, era mi luz, mi consuelo, yo entraba a su despacho hundida y salía de allí dando gracias a la vida, era una mujer capaz de hacerte ver el lado positivo del mayor problema que se te presentase en la vida, me dio fuerzas, educación, saber estar y pos supuesto mucho cariño y mucho amor maternal, algo que yo pedía a gritos. Me sirvió de consuelo, era mi pañuelo de lágrimas el pecho en el que yo me podía desahogar totalmente, a ella si podía contarle todos los problemas en realidad, la verdad de todo lo que ocurría.

Mi padre por aquellos años (hace más de 20) pasaba una manutención a mi madre de doscientas cincuenta mil pesetas, unos mil quinientos euros, trescientos por cada hijo y otros trescientos para ella. Ese dinero era para comida, ropa, educación... dinero creo que más que suficiente para vivir bien en esa época, a parte el pagaba hipoteca, mi colegio privado y otros extras. Cada vez que nos cortaban la luz o el agua ella me llamaba desconsolada para que yo lo solucionase, yo tenía que hacerme cargo del problema venirme de Jerez a casa, llamar a mi padre y contarle el problema, mi padre entraba en cólera cada vez que yo le llamaba y le decía que nos habían cortado la luz, o el agua o lo que fuera, me decía "que coño hace tu madre con el dinero, que vergüenza, que mis hijos tengan que pasar necesidades con el dinero que yo le doy cada vez que pide, esto es increíble; que se gaste mil quinientos os dos mil euros en dos semanas, no os compra ropa, os compra lo mínimo en comida y encima os cortan la luz; chiquilla en está tu madre metida"No supimos en lo que estaba metida hasta varios años después.  Mi padre tenía que venirse corriendo de Sevilla y acompañarme a pagar el la luz, el agua, o solucionar el lió en que mi madre nos hubiese metido esa vez. Esto se repetía a menudo hasta el punto que mi padre quedaba con nosotros en Sevilla para comprarnos lo que necesitásemos para no darle más dinero a ella, pero seguía dándole la misma manutención. Mi madre siempre iba contando la misma historia a todo el mundo que mi padre no le daba dinero, que no tenía un coche en condiciones para llevarnos al hospital si nos enfermábamos.... así que mi padre le compró un coche nuevo de segunda mano, un Renault 21 semi nuevo,el coche le duró un mes como mucho, pues en una de sus salidas de fines de semana de escapada la señora volcó el coche. una vez más desapareció el viernes por la noche y apareció el lunes por la mañana llena de moretones, nos dijo que había tenido un accidente y que había pasado todo el fin de en el hospital de Puerto Real ingresada, años después supimos porque fue ese accidente.Los rumores nos llegaban acerca de mi madre, pero estábamos tan ciegos con ella que no le dábamos crédito a las habladurías de la gente; que incrédulos eramos.

  Mi madre comenzó una relación con un hombre que pertenecía a una de las familias de traficantes de droga más importantes de Lebrija, en esta familia había concretamente dos o tres hermanos que se dedicaba de lleno al oscuro mundo de las drogas, mi madre estaba saliendo con uno de ellos. Hubo un secuestro a mano armada, que salió en todos los periódicos de la provincia en el que este clan estaba implicado, así que la policía hizo una redada y mi madre volcó el coche dándose a la fuga para que no lo atrapasen a el, así se cargó el coche nuevo en un mes y poco, ahí iba el dinero que a nosotros nos quitaba ; a financiar las operaciones de ellos en un primer momento y a mantenerlo en la cárcel después cuando la policía lo cogió, podéis creer que como en un matrimonio el cornudo es el último que se entera de que su pareja es infiel, nosotros fuimos los últimos que nos enteramos en lo que mi madre estaba metida, parece un thriller, pero es tan real como la vida misma.

Mi familia estaba metida en un mundo de drogas, atracos, secuestro a mano armada, ajustes de cuentas todo lo que conlleva mezclarse con gente que pertenece a ese submundo, yo alucinaba con los comentarios que hacía la gente por la calle, no daba crédito a todo lo que la gente murmuraba, me daba vergüenza salir por la calle, estábamos en boca de toda la gente,era de película las cosas que hablaban , pero era la realidad, mi madre estaba metida de lleno en ese mundo. ella nos decía que eran habladurías de la gente que los conocía, pero que todo lo demás era mentira. Estábamos tan ciegos con ella que hacíamos caso omiso a todo lo que nos decían, hasta que un día al sacar el correo del buzón veo una carta que viene del centro penitenciario Puerto -1, cuando leí el remitente me dio un ataca de nervios, así que escondí la carta y llamé a Paco para que me recogiese, nos montamos en la  moto y nos alejamos de mi casa, cual sería mi sorpresa cuando leo que la carta la escribía la psicóloga de la cárcel , dirigida a mi madre, en la carta le decía;palabras más, palabras menos; "tras la conversación telefónica que he mantenido con la señora.... le pido que me traiga el libro de familia para poder autorizar las visitas conyugales entre usted y el reo...más adelante autorizaré la visita de los cuatro hijos que tiene en común usted y el señor... una vez hayamos comprobado legalmente que es su pareja y los niños son hijos en común, ya os podéis imaginar lo que a mi me entró en el cuerpo cuando descubro; no sólo que era verdad todo lo que la gente decía, sino que le había dicho a la psicóloga que mis hermanos y yo éramos hijos de ese hombre.Le había inventado toda una historia para poder ver al traficante a solas.Esa carta fue un chorro de agua fía para mi, hay me di cuenta de la clase de madre que tenía, capaz de usar a sus propios hijos para conseguir pasar un rato con el hombre al que ella quería.

Pasaron varias hasta que volvía a casa, tuve que digerir toda la información que había obtenido de una simple carta, mi mundo se había derrumbado. Mi relación con ella cambió a partir de ese momento,ya nunca fue la misma. Por ese tiempo yo estaba cursando ya tercero de bachillerato con muchas horas de esfuerzo y pérdida de horas de sueño conseguí sacar los cursos con muy buenas calificaciones, obviamente me ayuda mucho el hecho de estar fuera de casa durante la semana, pues el remanso de paz que había en el internado era el ambiente adecuado para concentrarme solamente en mis estudios. Eran las vacaciones de Navidad me iba  a casa para las vacaciones,  iba feliz pues pasaría varios días con Paco, mis hermanos, mi padre, la familia en general. Uno de los primeros día de las vacaciones, casi recién llegada, me fui al club que tenía con mis amigas, donde hacíamos las fiestas en navidad, estuve allí varias hora, pero me tuve que ir a casa porque me vino la menstruación, cuanto este detalle para que veáis el alcance de su maldad; Me fui a casa darme una ducha, estaba buscando un pijama y no tenía ninguno, porque en vez de lavar la ropa manchaba toda la que había y cuando terminaba con la suya usaba la mía, así que con el mal estar que tenía y la rabia acumulada por el recuerdo de la carta y todo el rencor que le tenía empecé a gritarle como una loca que si no le daba vergüenza que no tuviera la casa en condiciones, ni ropa limpia ni las compras hechas que estaba harta de que descuidase a mis hermanos y la casa para estar pendiente de "un traficante de mierda"fueron las palabras que le dije, le sol´te todo lo que puede y me fui a la ducha, ya estaba metida en el agua cuando entró hecha una furia y me dio una paliza de muerte con una percha de esas de plástico duro, me dejo llenita de señales, me dolía todo el cuerpo, pues a parte del dolor de ovarios y el malestar general que da la menstruación me dejó  hecha un cristo, fue la primera paliza y la última que me dio, aunque lo intento en otras ocasiones, pero yo no me volví a dejar, se encarnizó conmigo, así que cuando terminó seguí con mi ducha salí me vestí y preparé una maleta, llame a Paco para que me recogiese corriendo, mis hermanos no estaban en casa, estábamos solas, aprovechó muy bien, supo cuando me daba, pues mis hermanos no se lo hubiesen permitido. Paco llegó a recogerme y cuando me iba me dijo "si te vas no entras más", no le contesté simplemente cogí la maleta y me marché, no tenía ni idea donde me iba a quedar, pero estaba segura que no iba a pasar una noche más cerca de ella. Me fui a casa de mi suegra que me puso agua oxigenada en las heridas, me preparo una tila y me consoló incluso me invitó a quedarme en su casa, pero yo preferí irme a casa de mi abuela, que obviamente cundo se lo conté me dijo que me quedara con ella y mi tía(la que quedaba soltera, en esos años). Pasó casi un año hasta que volví a verla, pues aprovechaba que ella no estuviese en casa para recoger los libros y ropa que iban haciendo falta, pero pasó un acontecimiento en mi vida que me hizo volver a a tener que aceptarla casi a la fuerza.









martes, 20 de noviembre de 2012

EL DECLIVE DE LA FAMILIA

 En el año 1993 mi padre por fin pudo compra casa propia, se acabó tirar el dinero en un piso de alquiler, quien le diría que esa casa, por la que tanto luchó  sería el fin de la familia.
Todos estaban felices con la nueva casa, nuevo barrio, nuevas ilusiones puestas en ese nuevo hogar, todos menos yo, desde el principio no me gustó el cambio, no se si por alejarme de mis amigas, miedo a lo desconocido o intuición, algo me decía que en esa casa tan grande y bonita no estaría mi felicidad, el paso del tiempo me dio la razón, a los pocos meses de vivir en la nueva casa todo comenzó a empeorar, hay empezó el declive de mi madre seguido del de toda la familia.

Ese año comencé el instituto estaba con las amigas de siempre también hice muchas nuevas, siempre fui muy amigable, tenía amigas en todas partes, aunque pasaba casi toda la tarde encargándome de los niños y la casa siempre sacaba tiempo para estar con ellas, pero la mayoría de las veces iba con mi chico en brazos a mi no me molestaba nunca y mis amigas se acostumbraron a al peque, nos reíamos mucho con las cosas que hacia era muy gracioso y mis amigas se pasaban todo el tiempo Manu haznos esto, haz nos lo otro y el niño estaba encantado rodeado de tantas niñas siendo el centro de atención. En esos tiempos ya salía los fines de semana por la noche, más de una mi padre tenía que ir a buscarme porque el enano lloraba por mi así que tenía que volverme a casa para dormir a mi niño.


En primero de bachillerato fue cuando me hice novia de Paco quien me diría entonces que veinte años después estoy más enamorada de el que el primer día. Lo conocía casi de toda la vida, pues vivía al lado de la casa de mis abuelos, fue novio de una chica de la pandilla, era el típico niño pijo, tonto y chulo, al que yo no soportaba y le hablaba por cumplir, siempre lo vi guapo y atractivo, pero nunca me gustó. Ese año comenzó a gustarle a la que ha sido mi mejor amiga durante casi treinta años, yo le decía "ese niño no me gusta para ti ni para nadie que yo conozca, es un chulito", pero como buena amiga comencé a hablar con el más seguido, siempre diciéndole que mi amiga  era muy buena niña, que estaba loca por el....Así pasamos muchos meses hablando todos los fines de semana, pero el no estaba por ella, me decía que le interesaba otra,pero yo no me enteraba, pero tanto y tanto hablar con el me hizo empezar a conocerle de verdad y ver que esa pinta de chulo era sólo una fachada, cada día me gustaba más, entonces no me daba cuentas y así fueron pasando los meses. El día de mi catorce cumpleaños lo invité junto con otros amigos para ver si mi amiga tenía suerte, bien sabe Dios que por esos tiempos era mi única intención, pero ese día a escondidas mientras bailábamos sevillanas a escondidas me robó un tímido beso con tan mala suerte que mi amiga nos vio, yo no hice nada, pero ella se enfadó conmigo, discutimos una varvaridad y lloramos como si se nos hubiese muerto alguien, en ese momento yo le confesé que sin haberlo pretendido en ningún momento me estaba enamorando de el, ella se enfadó más, así que por no perder a mi amiga intenté apartarme de el, pero fue inútil, lo intenté durante muchos meses pues desde mayo, la fecha de mi cumple no volví a hablar sola con el hasta septiembre, mi amiga se enamoró de otro, por fin yo tenía mi camino libre, podía salir con el sin poner en riesgo mi amistad, así que volvimos a empezar a hablar más y el veinte y dos de octubre de 1994, se me declaró y obviamente le dije que si desde ese momento supe que era el amor de mi vida.Muchas veces me decían mis amigas "el que no te gustaba para mi ni para ninguna que conocieses, ya le viste lo que le veía yo". la verdad es que si le vi tantas cosas que me gustaron que hoy en día me sigue teniendo locamente enamorada. Paco se convirtió en el pilar de mi vida, mi mástil, la persona que me daba fuerzas para seguir cuando todo se derrumbaba a mi alrededor, en muchos momentos no se que hubiese sido de mi, si yo hubiese aguantado todo lo que me deparaba la vida sin tener el apoyo y todo el amor que el brindaba.

   El año 1194 fue el final de mi familia, el final del matrimonio de mis padres y el principio de las locuras y los abusos de mi madre.Fue el principio de todos los problemas, todo lo que había vivido antes se convirtió en una vida color de rosa en comparación con lo que me quedaba por vivir.
Mi madre como la niña ya tenía novio volvió a aficionarse a salir de noche, pues Paco y yo nos quedábamos en casa de niñeros, así que sus únicos intereses eran fumar, tomar café y salir con las amigas, estas salidas cada vez eran más frecuentes, con lo que las discusiones en el matrimonio aumentaban, pues mi padre llegaba a casa de trabajar, ella nunca estaba, la casa sin arreglar su ropa sin preparar...en fin un desorden total. Ella sólo se preocupaba de arreglarse bien guapa, tener dinero para sus gastos y poco más, el matrimonio cada vez se resentía más, al principio mi padre se duchaba e iba a buscarla, pero llego el momento en que el se cansó y salia pero por otro lado, con lo que tanto abandono por parte de su madre hizo que mi padre encontrara consuelo en otros brazos.


Mi padre llevaba el algodón que recogían los camiones de los agricultores a una desmotadora de las Cabezas, allí en la oficina trabajaba ella,Marisol, la relación laboral se fue convirtiendo en una relación de amistad y la amistad se fue convirtiendo en algo más íntimo, el se fue refugiando en ella cada vez más enfriándose con todo esto  la relación del martimonio, las peleas se convirtieron en el pan nuestro de cada día.


Yo estaba estudiando primero de bachillerato, no se aun como saque el curso adelante, en mi casa no había paz ni de noche ni de día, no se de donde sacaba el tiempo para estudiar,era un auténtico infierno el ambiente en que se vivía, cada vez que mi padre salía su llegada a casa se convertía en una odisea, pues mi madre le pedía explicaciones tras sus salidas, estaba claro de donde o con quien venía, se desataba la batalla, comenzaban los insultos las faltas de respeto, los gritos era insoportable. Cada vez que comenzaba una pelea yo intentaba distraer a los niños me encerraba con ellos en una habitación, hecho que a ella la enloquecía, me ponía a contarle cuentos, cantarle canciones, hacía todo lo que estaba en mis manos para que ello no oyesen lo que ocurría, aunque no servía para nada, ella nos sacaba de la habitación, quería que mi padre le diese delante de todos la explicación, recuerdo que me decía que yo le daba la razón y lo defendía porque el era el que tenía el dinero, no se daba cuenta que yo adoraba a los dos, lo único que yo pretendía era ahorrarle a mis niños ese sofocón, todo lo que yo hacía no servía para nada, al final acabábamos todos presenciando aquellas discusiones, como ella lo ofendía, le insultaba, le faltaba al respeto mientras el le pedía por favor que parase con los insultos que no aguantaba más una humillación delante de sus hijos.

   Así transcurría mi vida, entre gritos peleas, no había una noche que se durmiese completa en varios días, pues cuando no había una pelea ella me despertaba para decirme que mi padre no estaba en casa, que iba a buscarlo, a mi me daba miedo dejarla ir sola en ese estado de nervios, así que me levantaba de la cama y la acomapañaba. Al principio dábamos vueltas por Lebrija, al no obtener resultados salíamos a la carretera ; Las Cabezas, Trebeujena, Sanlúcar
Chipiona, pasábamos toda la noche dando vueltas, a veces llegábamos a casi con  el tiempo justo para darme una ducha antes de ir a clases, luego luchaba durante todo el día para mantener mis ojos abiertos, me costaba la misma vida mantenerme despierte durante todo el día. Las únicas distracciones que yo tenía eran los ratos que pasaba en el recreo con mis amigas, me preguntaban que me ocurría, porque tenía tan mala cara, con algunas me desahogaba, pero era con mi novio con quien me venía abajo, el único que sabía todo lo que ocurría pues más de una cosa las presenciaba, así eran todos los días, pero en esos años ocurrió un hecho que me marcó en la vida. Era un viernes por la noche mi madre estaba en casa, pero mi padre no aparecía  entonces nos fuimos a dormir, en medio de la noche me desperté sobresaltada, había tenido una pesadilla, soñé que mi padre había tenido un accidente de tráfico, me levante de la cama me fui hacia la habitación de mis padres y le dije a ella "Mama no esperes hoy a mi padre, que esta noche no llegará a el no le ha pasado nada, pero el coche lo ha destrozado" no dormimos el resto de la noche, pasó todo el día del sábado sin noticias, el domingo por la noche mi padre llegó por fin a casa, cuando lo vi entrar no traía ni un rasguño y recuerdo que le dije "te has cargado el coche nuevo, verdad?" a el se le llenaron los ojos de lágrimas, había pasado todo el fin de semana en el hospital, había chocado con otro coche en la carretera de Jerez, viniendo de vuelta de la feria del Puerto de Sta Mª, del coche no quedo casi nada, no hubo que lamentar daños físicos, el coche era nuevo, un Audi A4 nuevo, que fue repuesto al estar asegurado a todo riesgo, así que todo quedó en un mal sueño, un mal sueño que se había convertido en realidad, a lo largo de mi vida he tenido varios sueños de ese tipo, "sueños premonitorios·, llamemos les intuición femenina, no se por que ni a que se deberán, pero me han anunciado diferentes acontecimientos fuertes en mi vida.

El accidente de mi padre destapó  que tenía una relación extra matrimonial, ya que ella viajaba con el en eso momentos ,fue cuando mi madre se dio cuenta de que estaba perdiendo a su hombre, pero en vez de reaccionar y luchar por el hombre que decía amar más que a su vida se volvió más rebelde lo único que le importaba en la vida era salir de fiesta, liarse la a mi padre en sitios públicos, era una auténtica batalla campal lo que se vivía en mi familia, yo recuerdo que coincidía con ellas en bares y me tenía que marcharme avergonzada, no sabía como llamar la atención hasta que encontró un modo, el chantaje emocional.

   Mi madre descubrió que para retener a mi padre y conseguir lo que ella quería no había nada mejor que amenazar con tomarse un bote de somníferos, cuando las amenazas ya no funcionaban, pasó a la acción, cada vez que no se salía con la suya y mi padre se marchaba cogía y se tomaba un bote de pastillas; esas escenas las tengo grabadas en mi mente como mi niño chico venia a buscarme llorando diciéndome "Mama se a tomado un bote de pastillas y esta echando espuma por la boca" efectivamente es lo que estáis pensando, se tomaba el bote de tramsilum delante de mi hermano pequeño que tenía unos 4 añitos,yo tenía que llamar a la ambulancia como una loca y dejar a los niños con mi tía que por esos tiempos vivía al lado mía, yo me tenía que montar en la ambulancia, acompañarla al hospital de Sevilla, allí le hacían un lavado de estómago, la tenían en observación unas horas y era evaluada por el psiquiatra, esto episodios se repitieron varias veces, durante varios años. Uno de los peores fue tras una discursión con mi padre, mi padre por no seguir discutiendo se fue y la dejó con la palabra en la boca, hecho que la enfureció y ni corta ni perezosa se tiró rodando por las escaleras, se levantó toda llena de moretones y cuando ya estábamos todos más tranquilos la señora había vuelto a tomarse otra sobre dosis de somníferos, esta vez lo había planeado bien, juro por dios que cuando íbamos en la UCI móvil , que el médico me gritaba que le diera tortas en la cara para que se despertase, yo pensaba:"Dios le doy para que se espabile o la dejo que se muera ya de una vez y nos deje tranquilos" .Se que suena muy duro por mi parte,pero me tenía agotada con tantos intentos de llamar la atención, porque estaba claro que nunca tuvo intención de quitarse la vida, o lo habría hecho cuando estuviese sola en casa y sin avisar a nadie al momento de tomarse las.Pues esta vez llevaba un plan es su mente, una vez le habían hecho el lavado de estómago...tenía la evaluación del psiquiatra y la muy cínica le dijo que se había tomado las pastillas porque mi padre le había pegado y tirado por las escaleras, gracias a Dios la psiquiatra al ver los antecedentes de mi madre pidió hablar conmigo, me preguntó que había pasado, yo le conté lo que había ocurrido de verdad que ella al ver que mi padre se iba y no le hacía caso ella se tiró sola por las escaleras, que jamás vi a mi padre levantarle la mano ni insultarla, ni faltar le al respeto al contrario que ella que siempre lo hacía, entonces la psiquiatra decidió hacer un careo y se dio cuenta perfectamente que mi madre lo había planeado para perjudicar a mi padre; Mi padre hubiese dormido en la cárcel si yo no hubiese visto lo que de verdad había ocurrido. Así planeaba ella las cosas con mucha sangre fría para perjudicar a mi padre, no se daba cuenta el daño que nos hacía. Estos episodios se repitieron muchísimas veces, cada vez que se presentaba un problema por pequeño que fuese su solución era tomarse el bote de pastillas, así pasamos más de un año de casa al hospital y viceversa, tuve que dejar el instituto en segundo de Bachillerato porque era imposible que yo sacase los estudios adelante con el infierno que había en casa.Todo siguió así durante un tiempo, hasta que mi padre definitivamente se fue de la casa, hecho que que hizo crecer su rebeldía. Yo estaba tan cansada de las amenazas de tomar pastillas, tan cansada de viajes en una ambulancia, de ver a mis hermanos llorando desconsolados, nunca se me olvidará a mi hermano el mayor que se daba chocazos en la escalera y me decía "porque, niña porque nos hace esto mama"que yo dije basta esto se acabo, así que la próxima vez que me amenzazó le planté cara y le dije"Toma dos botes de pastillas, tomate las todas, pero cuando yo hay salido de casa con los niños, mañana pediré al tito o alguien que venga a verificar si estas muerta, si te quieres matar hazlo ya". Cogí a mis tres hermanos y me los lleve a pasar el día en casa de mi abuela , pero no le dije nada nadie, yo sabía que no iba a hacer nada, efectivamente cuando llegue a casa ella estaba tan tranquila, las pastillas cerradas, no hizo nada porque su intención nunca ha sido quitarse la vida, sino llamar la atención, cuando vio que ya no funcionaba se dio por vencida y no volvería a intentarlo hasta muchos años atrás.

Como os he comentado yo había dejado los estudios, pero los quería retomar, pues quería se alguien en la vida, tener una formación, unos estudios; así que tras pedírselo a mi padre por activa y por pasiva conseguí que me matriculasen para el siguiente curso en un colegio privado de religiosas; fue mi escapatoria, ahora reconozco que fui un poco egoísta, cobarde, dejé a mis hermanos a su suerte y me marché al colegio interna, sólo quería estudiar, labrarme mi futuro, sabía que quedándome en casa no lo lograría, así que en septiembre me marché a estudiar  a Jerez de la Frontera al colegio Monte Alto, también llamado el Perpetuo Socorro, fue mi salvación haciendo honor a su nombre, fue la luz al final del túnel, me socorrieron; encontré una familia, todo lo que necesitaba para fortalecerme y soportar todo lo que me vendría en un futuro.

En el colegio Monte Alto yo me matriculé como interna, con lo cual yo entraba al colegio el lunes por la mañana y no salía de allí hasta el viernes después de clases, así que pasaba toda la semana fuera de casa, concentrada en mi nueva vida, estudios, tareas, oraciones y convivencia con mis nuevas compañeras, que se convirtieron en una gran familia. Los días pasaban rápidos, allí no me aburría, pasaba el día estudiando compartiendo aventuras con mi nueva familia.  Las chicas y yo hicimos una piña, en el colegio había dos grupos los externos, aquellos que volvían a casa todos los días y nosotras, las internas, las que pasábamos allí todo el día, nos creíamos las dueñas del colegio, todos nos temían, pues las hermanas siempre nos defendían al convivir con nosotros, nos apoyaba y nos daban la razón siempre; el cariño era mutuo, pero nosotras sabíamos como usarlo a nuestro favor, hacíamos muchas gamberradas, de las que siempre salíamos bien libradas, parecía que había vuelto a mi infancia, me lo pasaba en grande siempre estábamos ideando que hacer, teníamos que buscar en que divertirnos, ya que estábamos encerradas todo el día, fue una de las mejores épocas de mi vida.Una de las anécdotas que más recuerdo fue un día que nos encerramos en el baño del comedor con todos los extintores que teníamos cerca y los vaciamos uno por uno encima de nosotras, cuando salíamos del baños parecía que veníamos de otra galaxia todas cubiertas de blanco, pasamos limpiando media tarde todo a escondidas de las hermanas, para que no descubriesen la que habíamos liado, con tan mala suerte de que poco tiempo después salió ardiendo la cocina del colegio, las pobres monjas se preguntaba como estaban los extintores vacíos, si hacía poco tiempo que habían pasado su revisión, nunca supieron que fue obra de los angelitos con los que convivían, gracias a Dios no hubo que lamentar daños personales. 

   Otra anécdota aunque no tan divertida fue cuando entraron a robar en el colegio, la habitación donde dormíamos la hicieron en un sótano, con lo que las ventanas daban a ras del suelo, dormíamos todas las internas juntas, dentro de la misma habitación había una más pequeña donde dormía la hermana que nos cuidaba por las noches.todos los días esperábamos con ansias que la hermana Mª Fe, así se llamaba, se quedase dormida, para sacar la cabeza por las ventanas y ponernos a fumar, pues allí no nos dejaban, esa noche cuando estábamos fumando una de mis compañeras, que siempre estaba bromeando comenzó a gritar diciendo que había visto a unos hombres, ninguna le hicimos caso, pues creíamos que era una más de sus tonterías,yo dormía en una de las literas de arriba, en mi hilera habían cuatro pares de literas, por lo que mi cabecero daba justo en los barrotes de hierro de la ventana, no podéis imaginaros el susto que nos llevamos cuando sentimos el ruido de algo  que pasaban a través de los barrotes, era una linterna, recuerdo que salté de la litera como la que salta a una piscina de cabeza, el pánico se hizo dueño de todas nosotras, no parábamos de gritar, mientras sentíamos las pisadas en el suelo y las luces de las linternas de los ladrones y para colmo la hermana nos decía " ya me vais a dar la noche, o se calláis o salgo y os castigo" y nosotras le gritábamos:" pero salga de una vez por Dios, que han entrado unos hombres" en cuestión de minutos todas las hermanas que vivían con nosotras ataviadas de palos de fregona salieron al patio del colegio, lideradas por la madre superiora, una mujer muy bajita, pero de armas tomar, la Madre Mª Altamira, al rato llegó la policía con perros, registrando todo el edificio, nosotras podíamos sentir como corrían en nuestro techo, los pasos de los policías, los ladridos de los perros, en todo momento encerradas, no nos abrieron la puerta ni por un sólo momento, teníamos tanto miedo que nos acostamos en las camas de ochenta de tres en tres, no pegamos ojo en toda la noche, por supuesto nunca los cogieron, pasaron varias noches hasta que nos atrevimos a volver a fumar en las ventanas.

Así transcurría mi vida de lunes a viernes en el colegio y el fin de semana en casa, bien sabe Dios que las únicas razones que tenía para ir a casa cada semana eran mis niños y mi novio, las ganas de verlos a ellos me daban fuerzas para enfrentarme a ella todas las semanas, recuerdo que cada viernes antes de entrar a la casa me presinaba y decía: "Dios dame fuerzas para aguantarlo". La casa era un caos cada vez que llegaba, me pasaba la mayor parte del fin de semana .limpiando, organizando la casa, tenía poco tiempo libre para estar con mi novio, por lo que discutíamos muchos fines de semana, pero las peores discusiones eran con ella mi madre, yo nunca me callaba, siempre le reclamaba lo descuidada que tenía la casa, no la soportaba, pero cada vez ella iba a peor, cuando yo pensaba que nada podía empeorar ella siempre metía la pata.Ella se ponía feliz cada vez que yo llegaba, pues ya podía irse a la calle feliz, pues ya tenía niñera para de que los niños y la casa se ocupara, fue una de sus peores épocas, nada le preocupaba, excepto ella. Uno de esos fines de semana tal como yo llegué el viernes ella se fue de marcha, pase un infierno ese fin de semana, pues no apareció hasta el lunes por la mañana, entonces no había tantos móviles, no tenía como localizarla, pase todo el fin de semana en vela, por las calles buscándola, mis hermanos me preguntaban donde estaba, pero yo no sabía nada. Era ya lunes por la mañana faltaban minutos para que saliese el autobús que hasta el colegio me llevaba, pero como marcharme y dejar a los niños solos si de ella no sabíamos nada, así que fui a casa de mi tía y le dije lo que pasaba, recuerdo que me regaño por no haber dicho nada antes, pero yo por esos tiempos aún la tapaba, algo de lo que hoy en día me arrepiento, de haber escondido todas las que nos hacía, por miedo, por no dar disgustos a la familia, que se yo; lo cierto es que la tapaba. La mañana del lunes poco después de que yo avisara a mi tía ella apareció tan campante, que es lo que pasaba cuando descubrió que yo había dicho a mi tía lo que pasaba me dio una tremenda bofetada por chismosa, en vez de comprender lo asustada que yo estaba, el disgusto que me había dado después de tres días sin saber de ella nada lo único que le preocupó es que la familia de mi padre estaría enterada. Este no fue el único episodio en el que desapareció todo el fin de semana, fue el primero de muchos, en los que desparecía un viernes y no daba señales de vida hasta el domingo por la noche o el lunes por la mañana, años después supimos que es lo que hacía esos fines de semana.



viernes, 16 de noviembre de 2012

MI TEMPRANA ADOLESCENCIA


  Mi adolescencia fue muy temprana, mi infancia duró muy poco, con tan sólo doce años deje de jugar con mis amigas a las muñecas para cuidar a un bebe de verdad, mi madre estaba sumida en su depresión, mi padre trabajaba mucho así que cuando salía del cole se iba la chica que cuidaba el bebe porque ya estaba yo, para mi no fue una tarea difícil,me acostumbre pronto a dormir poco en las noches y a cargar a todas hora a mi niño en brazos, se creo una dependencia que cuando mi madre mejoro el bebe no la quería, lloraba por mi, su primera palabra no fue "mama· fue "nana" así que una vez que llegaba del colegio seguían mis obligaciones  tenía que encargarme de la casa y de tres niños, fue una etapa más o menos tranquila, exceptuando el hecho, que una niña tras terminar el cole tenía que ejercer de madre, fue algo a lo que me acostumbré, quizás sea lo único por lo que le estoy agradecida. Recuerdo perfectamente algunas anécdotas como cuando la nana no podía venir, temiendo tener que pasar toda la mañana a cargo del bebe, me maquillaba la cara con polvos de talco y ojeras con un  lápiz de ojos negro,para que cuando viniesen mis compañeras a buscarme pareciese enferma, perdía muchos días de escuela, gracias a Dios siempre fui buena estudiante, aún me pregunto como fui capaz de sacar la primaria.

  Las discusiones  entre mis progenitores cada vez eran más frecuentes, siempre por los mismos temas, mi padre se enfadaba porque ella no hacia nada en la casa, no cuidaba de los niños y siempre estaba en la calle, para calmar los ánimos dejó de salir tanto, pero seguían las peleas, pues cambio las salidas por acoger en la casa a sus amigas, cada vez que mi padre llegaba de pasar toda una semana tirado en la carretera, durmiendo en un camión se encontraba la casa llena de amigas, lo que estaba limpio o la ropa que estaba preparada era porque lo había hecho yo, pues las únicas tareas a las que ella dedicaba su tiempo eran hablar, tomar café y fumar, mientras yo pasaba de ser la niña a ser la chacha de la casa, incluso sus amistades nuevas pensaban que era una empleada del hogar, aún hoy en día cuando me ven me lo recuerdan y me dicen "parecías una gitanilla con el niño empernacado en el lado, siempre con la fregona en la mano, tan delgada y tan morena" La verdad que a ella nunca le gustaron las labores del hogar, pero tampoco le gustaba trabajar, lo único que le apetecía era vivir la vida.
  
  En el año 1991 la vida me dio otro gran revés, la perdida de mi abuelo paterno. A mediados de año cayó enfermo, aun recuerdo el dolor que sentí en mi alma cuando descubrí que tenía cáncer, la temida enfermedad,no lo podía creer, porque a mi familia otra vez. Mi abuelo Cristóbal fue una figura muy importante para mi, me marcó la vida, a pesar de que falleció cuando yo tenía tan sólo doce años,me sigue doliendo tanto que se me estremece el corazón, fui su ojito derecho, su nieta preferida, fue alguien tan importante para mi que bien merece que os detalle algunas de las enseñanzas que adquirí gracias a el, que me han acompañado a lo largo de toda mi vida.
   
  Mi abuelo fue un hombre recto, trabajador, un poco intransigente y severo con todo el mundo incluida la familia, excepto conmigo, aún recuerdo como se le iluminaban aquellos ojos verdes tan bonitos que cada vez que yo llegaba y daba un brinco para para que me cogiese en brazos, nunca en mi vida he vuelto a sentirme tan protegida como me sentía en sus brazos.El me enseñó a amar a la Virgen del Rocío,me enseño mi primer camino, cosas tan bellas que algún día espero trasmitirle a mis futuros hijos. Tengo tantos recuerdos de aquellos caminos desde Lebrija al Rocío, tantas anécdotas,tantos momentos vividos, que en estos momentos tengo el corazón encogido. El me enseño a amar todo lo que conlleva ser Rociero, a ser uno de verdad, no un "Rociero de Alapargata"como llamaba a el a aquellos que sólo ven la romería del Rocío como folclore, alcohol y fiesta, yo amo el camino, la hermandad, las vivencias con los hermanos,los cantes que salen de una garganta quebrada por la emoción de ver a la virgen y por supuesto la amo a ella, a la Blanca Paloma. Hay una sevillana que siempre me gusta cantar porque define lo que es el Rocío de verdad:"Hay quien dice del Rocío que es mentira y vanidad y yo le digo que vaya para saber la verdad, que vea la entrada de los romeros,polvo en las labios sangre en los pies que vea los bueyes que se arrodillan, que vea la Virgen y hable después, que hable después" me encanta contársela a todo aquel que piensa que al Rocío sólo se va pa el cante y la juerga, para mi el camino es tiempo de pasar con la familia, con los amigos de verdad, tiempo de oración que culmina con la llegada a la aldea para verla a ella esperando con ansias la madrugá del lunes para ver el salto de la Reja, pues cada año cuando lo veo imagino que mi abuelo está ahí junto a uno de los Varales de la Virgen y que me está diciendo sigo contigo mi niña y todo pasará, en ese momento la emoción me ahoga y no puedo evitar llorar, todos los años me pasa lo mismo, no tengo palabras para describir la emoción que siento cada año,para mi es lo más grande.Todo esto se lo debo a Él, que me enseño a ser una buena  peregrina, jamás podré olvidar todos los momentos vividos junto a mi abuelo, tantas risas, tantas lágrimas, esos cantes en familia en fin más adelante dedicaré una entrada al Rocío, contando algunas de mis experiencias rocieras,pero no puedo dejar de citar la sevillana que siempre le cantaba a mi abuelo con la que le hacia llorar cada año al empezar el camino:"Está cargado de años y sigue haciendo el camino, y sigue haciendo el camino aunque dice con tristeza para el próximo no vivo, al son que mira la fecha en le cae el Rocío y yo le he visto en el pecho una medalla muy vieja con un cordón renegrio que apenas se ve la cara de la virgen del Rocío". Recuerdo perfectamente su último rocío, ese año fuimos todos los nietos con el, no quería dejarse detrás a ningún miembro de la familia, como si supiese que sería la última romería que viviría, ese año nos ocurrieron muchas cosas bonitas, divertidas, anécdotas inolvidables, una de ellas fue muy simpática:la noche del sábado en la aldea no nos dejaron dormir unos amigos de mi padre, nos dieron la noche, así que por la mañana muy tempranito nos alistó a todos los nietos armándonos con tapaderas de la cacerolas y nos puso al rededor de las tiendas de campaña(entonces no habían tantas carretas como ahora, mucha gente dormía en tiendas de campaña)de todos los que nos habían importunado por la noche, nos puso a cantar y dar cacerlolazos para despertar a todos los que no nos dejaron dormir la noche anterior, recuerdo como mis hermanos,mis primos y yo disfrutábamos,eramos cinco niños armados con cacerolas y tapaderas formando escándalo para despertar a todos, el sueño de cualquier niño cumplido.Esta fue una de las muchas vivencias que recuerdo haber vivido con el, pero fueron muchas más que gracias a Dios podré llevar en mi corazón para siempre.

Mi abuelo cayó enfermo de cáncer duró unos seis meses, una vez desauciado por los médicos le dejaron ir a casa para que muriese cerca de los suyos, pues lo único que podía hacer era darle cuidados paliativos para aliviar sus dolores. El último día que lo vi lo tengo clavado en mi corazón. Una mañana muy temprano fui a comprar el pan, como todos los días antes de ir a la panadería entraba en casa de mis abuelos para verlo a el, sus palabras las tengo marcadas a hierro. Esa mañana me dijo nieta se acerca la candelaria de la Virgen del Rocío, como tu eres las más rociera de todos convencerlos para que me lleven a verla por última vez, aunque sea en una ambulancia, sino nos escapamos y nos vamos los dos, me lo tienes que prometer mi niña, le dije si abuelo, te juro que vamos a verla. Cuando volví de la panadería ya no me dejaban pasar a verlo, porque se puso muy malito y yo tan sólo era una niña de doce años, falleció quince días después, nunca perdonaré a mis padres que no me dejasen verlo una ultima vez, porque no pude decirle cuanto lo quería. Murió el día 31 de enero tres días antes de la Candelaria, al fina si fue, pero desde el cielo.Abuelo nunca te olvidaré ni dejaré de quererte, esta sevillana se la dedicó cada año en el Rocío desde que se fue: Cuando el romero florezca y el aire huele a rocina, me acordaré de mi abuelo andando por las marismas, compadre recé por el, delante del Simpecao levante la vista al cielo, que a mi me ahoga la pena porque olvidarlo no puedo". Cristóbal Romero Gómez, mi abuelo, Te Amo y Te amaré por siempre.



  Desde los doce hasta los catorce años la vida transcurrió más o menos en la misma linea.Papa trabajando, ella en la calle, muchas discusiones,yo de niñera y ama de casa; en fin más de lo mismo.


MIS PRIMEROS AÑOS

   Hola amigos,
  Voy a compartir con ustedes la Historia de mi Vida, es algo que necesito sacar de mi corazón, desahogarme y si puede servir de ayuda a cualquier persona que este pasando por algo parecido a lo que yo viví; una infancia robada, una madurez temprana,lágrimas, maltrato,pero también mucho amor.

   Tengo una buena memoria por lo que mis primero recuerdos son de cuando tenía tan sólo tres años, me acuerdo perfectamente del nacimiento de mi hermano mayor,Juan. Mi papa me llevo a recogerlo del hospital, en un Seat Mini rojo, tengo en mi cabeza hasta la ropa que  llevaba, el dibujo de elefantitos del neceser donde llevábamos la ropa del bebe. La primera vez que vi a mi niño fue en la habitación del hospital,pues la matrona era tía de mi madre y aunque una niña de tres años no podía entrar, recuerdo perfectamente que ella me metió.


Ese es el primer recuerdo nítido que viene a mi cabeza, nunca podré olvidarlo, es un recuerdo muy hermoso,muy distinto al segundo recuerdo que viene a mi mente, a raíz de ese momento, a esa edad tan precoz empieza mi cambio de niña a mujer.

    El segundo pensamiento que viene a mi cabeza es muy difícil de narrar, lo tengo tan claro en mi mente como el recuerdo del nacimiento de mi Juan, una noche bien entrada la madrugada,me despertó el llanto del niño, cuando entré en la habitación vi a mi madre con un hombre en la cama, es algo que jamas podré olvidar,nunca se lo conté a nadie, ni siquiera a mi padre, el estaba fuera trabajando, no hace muchos años me armé de valor soltándoselo a ella, nunca lo acepto, me dijo que eran imaginaciones mías, la verdad no lo se, pero igual que no imaginé el nacimiento de mi hermano, dudo mucho que este recuerdo tan claro sea producto de mi imaginación.

Los años siguientes transcurren con más o menos tranquilidad, muchas mudanzas por el trabajo de mi padre,viví en distintas ciudades de Andalucía, incluso recuerdo una época en la que mi padre contruyó en la caja de un camión una hamburguesería ambulante, en la que viajábamos de parque en parque de atracciones, recuerdo muchas estancias en el Tivoli de Málaga, teníamos un pequeño chimpancé de mascota,fueron unos buenos años. Como veis mi padre siempre se buscó la vida, a pesar de venir de una familia adinerada,nunca le dieron nada, el sólo se ganó el pan de sus hijos y gracias a su lucha nunca nos faltó nada y hoy en día es un empresario que cuenta con una importante flota de camiones y aún en estos tiempos de crisis puede darles un buen sueldo y buen puesto de trabajo a mis tres hermanos mayores.


 Estuvimos viajando sin residencia fija durante algunos años,hasta que mi padre encontró un poco de estabilidad en su trabajo en la ciudad de Chiclana, Cádiz. Esta época coincide con el nacimiento de mi segundo hermano, Cristóbal en el año 85,ya en estos años mis recuerdos son mucho más claros,no se me olvidará nunca cuando trajeron a mi gordito del hospital de Cádiz,los celos que le tenía Juan, ni tampoco se me olvida como mi madre evadía sus responsabilidades como madre cargándole todo el trabajo de la casa y el cuidado de los niños a su hermana mayor, mi tía  Conchi

En esos años se veía ya claramente que la casa,los bebes y las responsabilidades no estaban hechas para mi mama,pero estos años fueron una de sus épocas más tranquilas, transcurrieron con relativa normalidad a excepción de que mi tía tenía que estar siempre con nosotros porque a ella no le gustaban las cosas del hogar.


Pasaron los años, mi padre comenzó a tener una estabilidad económica así que decidieron mudarse a Lebrija, ciudad de origen de mi padre, donde vivía mi familia paterna, a tan sólo a diez minutos del pueblo de origen de mi madre, Las Cabezas.En esta época ya no requería la ayuda de mi tía,pues con tan sólo ocho años ella me consideraba lo bastante responsable para cuidar de mis dos hermanos y hacer las labores del hogar, mi padre estaba siempre fuera, trabajaba duro para darle el nivel de vida que ella exigía, el se marchaba el domingo por la noche de casa de viaje con el camión y regresaba los viernes casi de madrugada, nunca se me olvidará la pregunta que me hacía cada vez que llegaba: "menu donde está mama" yo le contestaba se fue a la discoteca, entonces el entraba en cólera con toda la razón,pero no servía de nada,pues esto se repetía cada semana.

Ahora con la distancia de los años cada vez que lo recuerdo pienso en la suerte que tuvo ella y nosotros,pues tan sólo era una niña de ocho años a cargo un niño de cinco y otro de dos,en esos tiempos no estaban las trabajadoras sociales tan pendiente de asuntos como este, tampoco nadie la denunció, ella se iba muy tranquila diciendo que yo era muy responsable, pero tan sólo era una niña, como habría reaccionado frente a un incendio o cualquier otro accidente doméstico, parece que Dios siempre estuvo con nosotros.


Todas estas discusiones hacían mella en la pareja, pero la enfermedad de cáncer de mi abuelo materno la devolvió de nuevo a una época de letargo.

Semanas antes de que los médicos le diagnosticaran cáncer a mi abuelo, le tocaron cinco millones de pesetas en el cupón de la O.N.C.E. recuerdo perfectamente como corríamos por las calles de las Cabezas mis tres tías y yo en pijama, pues hace veinticinco años era un buen dinerito fue uno de los momentos más felices de mi infancia, recorrimos en pijama saltanto todas las calles del pueblo durante toda la noche, pero la dicha duró un suspiró, pues un par de semanas despúes le detectaron la enfermedad, en esa época no tan conocida como ahora, la mayor parte del premio se gastó en el hospital de Sevilla el Pabellón Vasco, que esos tiempos era privado y especializado en esa rara,poco conocida y cruel enfermedad, con la esperanza de que al ser de categoría se curaría, sólo consiguieron alargar su agonía durante nueve meses, poco antes de su fallecimiento mi madre quedo embarazada de mi tercer hermano, por entonces yo ya tenía doce años.

La muerte de mi abuelo marcó la vida de mi madre, cayó en una profunda depresión,no le importábamos ninguno, ni su embarazo, se pasaba el día en la cama llorando, totalmente ida, el nacimiento de mi hermano Manuel no hizo que reaccionara, no quería al bebe, mi padre y yo nos turnábamos para mecerle en la cuna, lloraba toda la noche y el día, tenía alergia a la lactosa y al gluten,pero fueron muchas noches en vela hasta que los médicos lo descubrieran.

A mis doce años de edad tuve una de las experiencias que hoy en día sigue siendo una de las peores de mi vida, mi Manu, así lo llamamos, tenía tan sólo unas tres semanas, yo le estaba dando el baño antes de la comida,pero el niño estaba ansioso e inspiro por la nariz el jabón, obstruyéndosele  las vías respiratorias quedándose muerto, se puso morado, no respiraba, crei k iba a morirme del miedo, mi madre lloraba,pero no hacía nada, gracias a Dios mi padre supo reaccionar, comenzó a succionar con su boca la nariz del niño depejándosela, dejando así que le entrase el aire, cuando llegamos a urgencias los médicos nos dijeron que mi padre le había salvado la vida, este hecho me marcó. En ese momento comprendí que había pasado el tiempo de jugar con muñecas para mi, pues ahora tenía en mis brazos a un bebe de verdad.