viernes, 16 de noviembre de 2012

MI TEMPRANA ADOLESCENCIA


  Mi adolescencia fue muy temprana, mi infancia duró muy poco, con tan sólo doce años deje de jugar con mis amigas a las muñecas para cuidar a un bebe de verdad, mi madre estaba sumida en su depresión, mi padre trabajaba mucho así que cuando salía del cole se iba la chica que cuidaba el bebe porque ya estaba yo, para mi no fue una tarea difícil,me acostumbre pronto a dormir poco en las noches y a cargar a todas hora a mi niño en brazos, se creo una dependencia que cuando mi madre mejoro el bebe no la quería, lloraba por mi, su primera palabra no fue "mama· fue "nana" así que una vez que llegaba del colegio seguían mis obligaciones  tenía que encargarme de la casa y de tres niños, fue una etapa más o menos tranquila, exceptuando el hecho, que una niña tras terminar el cole tenía que ejercer de madre, fue algo a lo que me acostumbré, quizás sea lo único por lo que le estoy agradecida. Recuerdo perfectamente algunas anécdotas como cuando la nana no podía venir, temiendo tener que pasar toda la mañana a cargo del bebe, me maquillaba la cara con polvos de talco y ojeras con un  lápiz de ojos negro,para que cuando viniesen mis compañeras a buscarme pareciese enferma, perdía muchos días de escuela, gracias a Dios siempre fui buena estudiante, aún me pregunto como fui capaz de sacar la primaria.

  Las discusiones  entre mis progenitores cada vez eran más frecuentes, siempre por los mismos temas, mi padre se enfadaba porque ella no hacia nada en la casa, no cuidaba de los niños y siempre estaba en la calle, para calmar los ánimos dejó de salir tanto, pero seguían las peleas, pues cambio las salidas por acoger en la casa a sus amigas, cada vez que mi padre llegaba de pasar toda una semana tirado en la carretera, durmiendo en un camión se encontraba la casa llena de amigas, lo que estaba limpio o la ropa que estaba preparada era porque lo había hecho yo, pues las únicas tareas a las que ella dedicaba su tiempo eran hablar, tomar café y fumar, mientras yo pasaba de ser la niña a ser la chacha de la casa, incluso sus amistades nuevas pensaban que era una empleada del hogar, aún hoy en día cuando me ven me lo recuerdan y me dicen "parecías una gitanilla con el niño empernacado en el lado, siempre con la fregona en la mano, tan delgada y tan morena" La verdad que a ella nunca le gustaron las labores del hogar, pero tampoco le gustaba trabajar, lo único que le apetecía era vivir la vida.
  
  En el año 1991 la vida me dio otro gran revés, la perdida de mi abuelo paterno. A mediados de año cayó enfermo, aun recuerdo el dolor que sentí en mi alma cuando descubrí que tenía cáncer, la temida enfermedad,no lo podía creer, porque a mi familia otra vez. Mi abuelo Cristóbal fue una figura muy importante para mi, me marcó la vida, a pesar de que falleció cuando yo tenía tan sólo doce años,me sigue doliendo tanto que se me estremece el corazón, fui su ojito derecho, su nieta preferida, fue alguien tan importante para mi que bien merece que os detalle algunas de las enseñanzas que adquirí gracias a el, que me han acompañado a lo largo de toda mi vida.
   
  Mi abuelo fue un hombre recto, trabajador, un poco intransigente y severo con todo el mundo incluida la familia, excepto conmigo, aún recuerdo como se le iluminaban aquellos ojos verdes tan bonitos que cada vez que yo llegaba y daba un brinco para para que me cogiese en brazos, nunca en mi vida he vuelto a sentirme tan protegida como me sentía en sus brazos.El me enseñó a amar a la Virgen del Rocío,me enseño mi primer camino, cosas tan bellas que algún día espero trasmitirle a mis futuros hijos. Tengo tantos recuerdos de aquellos caminos desde Lebrija al Rocío, tantas anécdotas,tantos momentos vividos, que en estos momentos tengo el corazón encogido. El me enseño a amar todo lo que conlleva ser Rociero, a ser uno de verdad, no un "Rociero de Alapargata"como llamaba a el a aquellos que sólo ven la romería del Rocío como folclore, alcohol y fiesta, yo amo el camino, la hermandad, las vivencias con los hermanos,los cantes que salen de una garganta quebrada por la emoción de ver a la virgen y por supuesto la amo a ella, a la Blanca Paloma. Hay una sevillana que siempre me gusta cantar porque define lo que es el Rocío de verdad:"Hay quien dice del Rocío que es mentira y vanidad y yo le digo que vaya para saber la verdad, que vea la entrada de los romeros,polvo en las labios sangre en los pies que vea los bueyes que se arrodillan, que vea la Virgen y hable después, que hable después" me encanta contársela a todo aquel que piensa que al Rocío sólo se va pa el cante y la juerga, para mi el camino es tiempo de pasar con la familia, con los amigos de verdad, tiempo de oración que culmina con la llegada a la aldea para verla a ella esperando con ansias la madrugá del lunes para ver el salto de la Reja, pues cada año cuando lo veo imagino que mi abuelo está ahí junto a uno de los Varales de la Virgen y que me está diciendo sigo contigo mi niña y todo pasará, en ese momento la emoción me ahoga y no puedo evitar llorar, todos los años me pasa lo mismo, no tengo palabras para describir la emoción que siento cada año,para mi es lo más grande.Todo esto se lo debo a Él, que me enseño a ser una buena  peregrina, jamás podré olvidar todos los momentos vividos junto a mi abuelo, tantas risas, tantas lágrimas, esos cantes en familia en fin más adelante dedicaré una entrada al Rocío, contando algunas de mis experiencias rocieras,pero no puedo dejar de citar la sevillana que siempre le cantaba a mi abuelo con la que le hacia llorar cada año al empezar el camino:"Está cargado de años y sigue haciendo el camino, y sigue haciendo el camino aunque dice con tristeza para el próximo no vivo, al son que mira la fecha en le cae el Rocío y yo le he visto en el pecho una medalla muy vieja con un cordón renegrio que apenas se ve la cara de la virgen del Rocío". Recuerdo perfectamente su último rocío, ese año fuimos todos los nietos con el, no quería dejarse detrás a ningún miembro de la familia, como si supiese que sería la última romería que viviría, ese año nos ocurrieron muchas cosas bonitas, divertidas, anécdotas inolvidables, una de ellas fue muy simpática:la noche del sábado en la aldea no nos dejaron dormir unos amigos de mi padre, nos dieron la noche, así que por la mañana muy tempranito nos alistó a todos los nietos armándonos con tapaderas de la cacerolas y nos puso al rededor de las tiendas de campaña(entonces no habían tantas carretas como ahora, mucha gente dormía en tiendas de campaña)de todos los que nos habían importunado por la noche, nos puso a cantar y dar cacerlolazos para despertar a todos los que no nos dejaron dormir la noche anterior, recuerdo como mis hermanos,mis primos y yo disfrutábamos,eramos cinco niños armados con cacerolas y tapaderas formando escándalo para despertar a todos, el sueño de cualquier niño cumplido.Esta fue una de las muchas vivencias que recuerdo haber vivido con el, pero fueron muchas más que gracias a Dios podré llevar en mi corazón para siempre.

Mi abuelo cayó enfermo de cáncer duró unos seis meses, una vez desauciado por los médicos le dejaron ir a casa para que muriese cerca de los suyos, pues lo único que podía hacer era darle cuidados paliativos para aliviar sus dolores. El último día que lo vi lo tengo clavado en mi corazón. Una mañana muy temprano fui a comprar el pan, como todos los días antes de ir a la panadería entraba en casa de mis abuelos para verlo a el, sus palabras las tengo marcadas a hierro. Esa mañana me dijo nieta se acerca la candelaria de la Virgen del Rocío, como tu eres las más rociera de todos convencerlos para que me lleven a verla por última vez, aunque sea en una ambulancia, sino nos escapamos y nos vamos los dos, me lo tienes que prometer mi niña, le dije si abuelo, te juro que vamos a verla. Cuando volví de la panadería ya no me dejaban pasar a verlo, porque se puso muy malito y yo tan sólo era una niña de doce años, falleció quince días después, nunca perdonaré a mis padres que no me dejasen verlo una ultima vez, porque no pude decirle cuanto lo quería. Murió el día 31 de enero tres días antes de la Candelaria, al fina si fue, pero desde el cielo.Abuelo nunca te olvidaré ni dejaré de quererte, esta sevillana se la dedicó cada año en el Rocío desde que se fue: Cuando el romero florezca y el aire huele a rocina, me acordaré de mi abuelo andando por las marismas, compadre recé por el, delante del Simpecao levante la vista al cielo, que a mi me ahoga la pena porque olvidarlo no puedo". Cristóbal Romero Gómez, mi abuelo, Te Amo y Te amaré por siempre.



  Desde los doce hasta los catorce años la vida transcurrió más o menos en la misma linea.Papa trabajando, ella en la calle, muchas discusiones,yo de niñera y ama de casa; en fin más de lo mismo.


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